Cuando trabajamos cara al público mucha gente se acerca a nosotros para preguntar qué es lo que hacemos, a quién retratamos.

En las próximas páginas trataremos de explicar que es un retrato de un guía espiritual, como aunque de manera no visible, forman parte de nuestras vidas, nos apoyan y nos guían.

Cada vez que un bebé nace en este mundo, un espíritu se encarna en un cuerpo físico. Este será el comienzo de una nueva andadura dentro de su desarrollo espiritual. En la mayoría de los casos se verá rodeado de una familia que le amará y le ayudará a convertirse en un ser humano más o menos preparado para vivir en este mundo.

Estas personas serán sus primeros guías terrenales. Ellos enseñarán a este nuevo bebé a tomar consciencia de su cuerpo físico, a comunicarse con el resto de la sociedad, le mostrarán las pautas necesarias para poder desenvolverse por sí mismo.

El bebé crecerá sintiéndose querido y protegido por estas personas y ellos serán su pequeño mundo. A medida que vaya creciendo, este pequeño círculo se irá ampliando, descubrirá nuevos sentidos y sensaciones y su interrelación con otros seres seguirá creciendo hasta que su etapa en este mundo termine.

Parte de las personas que conozca serán su familia (padres, hermanos, abuelos, hijos, ...). También tendrá amigos, personas con las que comparta sus aficiones, sus ideales y maestros o profesores que le enseñen y le ayuden a comprender el mundo en el que vive.

En definitiva, a lo largo de la vida nos relacionamos con otras personas. Seres a los que amamos y nos aman, o a los que nos sentimos unidos por muy diversas causas.

Pero el cuerpo físico que nos envuelve tiene una vida limitada y desde el momento que nacemos si hay algo seguro es de que vamos a fallecer. De hecho durante nuestra vida muchos seres queridos lo harán antes que nosotros.

¿Qué hay después?

Ésta es la eterna pregunta que todos y cada uno nos hacemos una y otra vez a lo largo de nuestra vida.

¿Qué sucede con los seres queridos, con las personas a las que amamos y fallecen antes que nosotros?

Nosotros desde Serendipity, fuera de todo contexto religioso, creemos que la vida continúa. Estamos convencidos de que el espíritu, o alma, o energía, o como lo quieras llamar, que encarnó en este mundo en el cuerpo de este bebé, al fallecer continúa su existencia y su desarrollo en otra dimensión.

Pero, ¿dónde?

Joyce Morgan lo explicaba diciendo que están tan cerca o tan lejos como la distancia que nos separa de un pensamiento y ¿quién puede medir esa distancia?

Los seres humanos vivimos en un mundo tridimensional y para percibir lo que nos rodea contamos con cinco sentidos. Algunos científicos ya han reconocido que existen más dimensiones, simplemente nuestros sentidos no pueden percibirlas, aunque no por ello podemos negar su existencia. Los animales perciben sonidos que nuestro oído no alcanza a escuchar, nadie niega la existencia del aire que respiramos, aunque no se pueda ver, ni tocar, ni oír, ni oler, ni saborear.

El ser humano está compuesto entre otros de energía, y la energía no se destruye, se transforma.

¿En qué?

¿Qué sucede con esa energía?

¿Adónde va?

¿Hay personas capaces de sentirla?

¿Qué queda de nosotros?

¿Es posible la comunicación con esa energía?