JOYCE MORGAN


Joyce Morgan fue una médium y artista psíquica.


Hacía retratos en los que la persona que recibía el dibujo podía reconocer a un familiar ya fallecido. Además recibía el mensaje que este ser quería transmitir a sus familiares. Mensajes que te ayudan en tu evolución.


En 1982 junto con su marido se mudaron a Málaga y allí comenzaron la construcción del que más adelante se convirtió en el Centro Serendipity. Este Centro fue un lugar donde se realizaban todo tipo de actividades para el desarrollo y la sanación espiritual.


Joyce Morgan falleció el 5 de mayo de 2001 en casa de su hija en Gales, Reino Unido.


 SU VIDA 

Nació el 12 de diciembre de 1924 en Cardiff, Gales, Gran Bretaña, en el seno de una familia humilde de seis hermanos.

Desde su nacimiento fue una niña enfermiza y sus problemas de salud le afectaron a lo largo de su vida. Esto no impidió que fuera una niña alegre, inteligente y despierta.

A los 2 años empezó a dibujar dos seres, una monja católica y un indio norteamericano, los cuales años más tarde Joyce reconocería en ellos a dos de sus guías espirituales, Sta. Teresa de Lisieaux y el indio norteamericano llamado Pluma Blanca. De hecho un día pudo ver a Sta. Teresa en el patio trasero de su casa.

Poseía una gran capacidad de percepción psíquica, era capaz de ver, oír y sentir cosas que nadie a su alrededor veía. Ella recuerda un episodio donde una niña de su barrio falleció a los dos años. Cuando Joyce llegó al funeral, cuenta como al mirar a los padres de la niña, pudo verla agarrada a las piernas de sus padres, pero cuando estaba a punto de decir en voz alta lo que estaba viendo, la niña le sonrió y desapareció. Los padres de Joyce trataron de evitar que hablara con nadie sobre todos estos hechos por miedo a que le tacharan de loca.

Era buena estudiante y a los once años ganó una beca para estudiar secundaria, pero debido a los problemas económicos de su familia tuvo que abandonar sus estudios. Aún así al año siguiente ganó un premio de poesía y siempre que podía iba a la biblioteca, dada su pasión por la lectura. En aquel entonces ya leía libros sobre espiritualismo, grupos de meditación, etc, de renombrados autores como Arthur Conan Doyle, Hans Swaffer o F.H. Myers.

Su primer empleo fue en el invernadero de una floristería, pero debido a la humedad del lugar, enseguida cayó enferma y tuvo que abandonar el trabajo.

A partir de entonces sus trabajos estuvieron relacionados con el dibujo y la pintura. Trabajó como artista comercial y más adelante pintando los pósters donde se anunciaban las películas de cine.

La guerra estalló en Europa y Joyce fue a trabajar a una granja en el Condado de Pembrokeshire, Gales. Allí volvió a vivir otra experiencia "paranormal". Compartía habitación con su amiga. Berenice, un día le dijo que ya no aguantaba más, que no le dejaba dormir, ya que se pasaba las noches de rodillas, rezando y cantando himnos religiosos. Joyce no era consciente de nada de esto, así que decidieron investigar. Descubrieron que la granja anteriormente había sido un convento de monjas y a causa de una plaga de peste bubónica habían fallecido todas.

Fue durante su estancia en la granja cuando Joyce conoció a su primer marido, Len Morgan. En 1945 se casaron. Tuvieron tres hijos, Gillian, nacida en 1947, Lyndsay en 1954 y Lesley en 1957.

En aquellos años fue cuando Joyce comenzó a hacer sus primeros retratos espirituales, aunque como ella decía, al principio no le gustaba nada la idea de retratar gente que ya había fallecido. Además tenía tres hijos que cuidar y sacar adelante. Era la posguerra y su situación económica no era nada fácil.

De Marloes se trasladaron a Cardiff, donde Joyce encontró trabajo en una empresa de arquitectos.

Sus problemas de salud continuaban y los médicos decidieron entonces extirparle parte de su pulmón derecho.

Su marido Len creó una empresa de construcción y más adelante la empresa donde trabajaba Joyce compró la de su marido y él se incorporó a ella. En 1963 Len acudió a inspeccionar una obra y tuvo un fatal accidente en el que falleció.

A los pocos días de fallecer, Joyce y su hija Gillian pudieron escuchar claramente tres golpes. Éste era un código que Joyce y Len tenían establecido para cuando no pudieran hablar en público. Los tres golpes significaban "Yo te quiero". Joyce continuaba sintiendo la presencia de su marido, lo cual le asustaba, hasta que un día una anciana llamó a su puerta para decirle que tenía varios mensajes de su marido. Uno era que no tenía porque asustarse y en otro Len le pedía que se uniera a uno de los grupos espiritualistas, ya que sentía que asistiendo a ellos, Joyce desarrollaría mucho más sus capacidades. Comenzó a asistir a uno de estos grupos esperando poder presenciar cantidad de fenómenos extraños, pero lo único que vio fue a un grupo de gente, ancianos en su mayoría, que parecían quedarse dormidos durante las meditaciones. Fue en estas sesiones donde Joyce pudo descubrir después de muchas pruebas que la monja que ella dibujaba de niña y que pudo ver un día era Sta. Teresa de Lisieux.

Joyce acompañó a su madre mientras fallecía y le escuchaba mientras ella describía como podía ver a sus familiares que venían a buscarla. Esto hizo que a partir de ese momento su idea sobre el hecho de dibujar rostros de personas ya fallecidas cambiara, aceptándolo como una capacidad, un regalo, como a ella le gustaba llamarlo, con el que poder ayudar a los demás.

A Joyce siempre le gustaba permanecer en un segundo plano, así mientras otros médiums transmitían mensajes en público, ella se apartaba a un lado y comenzaba a hacer retratos. Después los colocaba a la salida de la iglesia y entonces la gente al verlos reconocía a sus familiares.

Siempre fue una mujer luchadora y muy trabajadora. Al fallecer su marido luchó para que la empresa le indemnizara con lo que correspondía y si bien podía haber vivido con lo que el gobierno le hubiese pagado, ella prefirió seguir trabajando.

En 1965 comenzó a trabajar en el Departamento de Artes e Ilustraciones de la Universidad de Medicina de Gales, ilustrando libros de medicina, compaginándolo con un trabajo en el Instituto Tenovus, dedicado a la investigación del cáncer.

En 1968 conoció al que fue su segundo marido Tom Protheroe y en 1973 se casaron, trasladándose a vivir de nuevo a Marloes, donde se establecieron y al año siguiente abrieron un pequeño hotel-restaurante.

Joyce seguía realizando sus retratos aunque únicamente lo hacía para sus amistades, ya que el hotel ocupaba todo su tiempo. Joyce explicaba como todos los trabajos por los que fue pasando le enseñaron y ayudaron en lo que más adelante sería su actividad como dibujante psíquica, ya que adquirió gran práctica en el dibujo y el restaurante le enseñó como relacionarse con la gente. A finales de los setenta, intentaron realizar un negocio de venta de antigüedades a los Estados Unidos, pero el fracaso, debido a una huelga de puertos, es total y prácticamente lo perdieron todo.

Tras pagar todas sus deudas, con lo poco que les quedó decidieron trasladarse a vivir a España. En 1982 compraron un terreno con una casa en ruinas en Mijas, Málaga.

Joyce con 58 años y Tom con 65, viviendo en una caravana, comenzaron a construir su casa, con la única ayuda de un hombre del valle. Contaban con muy pocos recursos y la obra duró cuatro años.

Cuando la casa estuvo terminada decidieron que era hora de poner en práctica sus capacidades. Tom era un excelente sanador espiritual.

Contactaron con ingleses residentes en Fuengirola y formaron en un garaje un grupo de meditación, donde Joyce realizaba sus retratos y Tom las sanaciones espirituales. Durante siete años estuvieron en distintos locales de Fuengirola, organizando diferentes actividades, escribiendo artículos en la prensa local, invitando a médiums británicos para que vinieran a transmitir sus mensajes. A uno de estos locales decidieron llamarlo Centro Serendipity.

Se dieron cuenta que tenían su casa muy abandonada, así que a principios de los noventa decidieron trasladar el Centro Serendipity a su casa, a pesar de que todo el mundo les decía que nadie subiría hasta allí.

Fue el último día que estaban en el Centro de Fuengirola cuando unas señoras vinieron a proponerles si querían participar en un congreso de esoterismo a celebrar en Valencia y aceptaron.

A partir de ese momento Joyce fue cada día más conocida en toda España, apareciendo en distintos medios de comunicación y asistiendo a diferentes congresos.

El Centro Serendipity se convirtió en un lugar de encuentro para todos aquellos interesados en el espiritualismo, siendo un gran Centro de sanación espiritual. Pensando en que iba a ser su casa, durante la construcción, sin saber el porqué, la hicieron de unas dimensiones enormes, ya que contaba entre otros con ocho habitaciones. Os puedo asegurar que en numerosas ocasiones la casa se quedaba pequeña y teníamos que salir al jardín para realizar las actividades.

Tom falleció el 17 de diciembre de 1997. A partir de ese momento Joyce se entregó a su trabajo como dibujante psíquica y médium y los viajes a distintas ciudades españolas eran continuos, aunque su salud se iba deteriorando.

En 1999 dejamos el Centro Serendipity, ya que se le hacía demasiado grande y requería demasiado esfuerzo mantenerlo.

En el año 2000 su salud empeoró, por lo que su hija Lesley le propuso retirarse e irse a vivir con ella a Gales. En octubre abandonó España y ha pasado los últimos ocho meses de su vida en Gales, en compañía de sus hijos y nietos.

El 5 de mayo se levantó y comenzó el día escribiendo una carta para una señora de Madrid. Al terminar salió al jardín y acompañada por sus dos hijas falleció tras un repentino ataque al corazón.

Desde estas líneas, Joyce que Dios te bendiga por la gran labor que has realizado durante toda tu vida.

SU

TRABAJO 

      "Tenemos que cambiar el mundo, cada uno de nosotros a nuestra manera, para hacerlo libre de guerras, libre de estrés, para expandir armonía y sanación, mientras caminamos por la vida. Estamos tan separados unos de otros como gotas de agua, aunque en realidad todos pertenecemos al gran océano del poder espiritual"

Joyce Morgan

      "Es tu elección ser positivo o negativo. Hay muchos "santos" que nunca serán santificados, simplemente viviendo, dando luz, amor y alegría. El Espíritu está lleno de alegría. Haz de tu lugar de trabajo un sitio feliz. Tú estás creando tu vida. Mantén tu familia con amor, rehusa la negatividad, la vida destructiva y asegúrate de crear una vida positiva"

Joyce Morgan

Estos son dos ejemplos de la obra de Joyce Morgan. Expandir armonía y sanación, dando luz, amor y alegría.

Joyce nos mostró con su ejemplo cómo hacer uso de nuestras capacidades espirituales. A ella el gustaba decir que eran regalos para ayudar a crear una vida positiva. Nos animaba a todos a que siguiéramos su ejemplo, usando nuestras capacidades.

Uno de los métodos que a Joyce le gustaba utilizar para despertar y desarrollar las capacidades era la meditación. Siempre alentó a la gente a que formara pequeños grupos en casa para reunirse duranteuna o dos horas a la semana y meditar. 

En el Centro Serendipity nos juntábamos todas las semanas entre treinta y cuarenta personas. Nos sentábamos en círculo y con música de fondo, Joyce nos ayudaba a relajarnos, a conectar con nuestro interior y con nuestros Guías Espirituales. Después, comentábamos entre todos lo vivido por cada uno y hacíamos algún ejercicio donde poner en práctica la telepatía, la intuición... Dentro del grupo había gente que desarrollaba capacidades como la escritura automática.

Serendipity fue un lugar donde te sentías querido y arropado. Según Joyce, el origen de la mayor parte de las enfermedades es debido a la falta de amor, el no sentirnos queridos. Meditar hará que descubras partes de ti ocultas hasta ese momento. Saldrán a la superficie miedos y defectos para que puedas trabajarlos y eliminarlos y, también percibirás cualidades para que puedas desarrollar. Irás ganando confianza y autoestima, lo que hará que te sientas mejor y como una reacción en cadena, cuando tú mejores, todo lo que te rodea mejorará. Recuerda que es tu elección ser positivo o negativo.

Su obra y su legado han sido transmitirnos todo el inmenso amro que nos llega constantemente desde el mundo espiritual. Enseñarnos cómo poder percibirlo y expresarlo útilmente en nuestra vida diaria, en nuestro entorno, con nuestra familia, trabajo, amistades...